“PROFETAS”; bajo este lema se celebró el pasado fin de semana la XV Marcha de Adviento, organizada por la Delegación de Juventud de nuestra Diócesis y que este año tuvo lugar en Tomelloso y Argamasilla de Alba.
El sábado por la mañana, en torno a las 12, una veintena de jóvenes de nuestro pueblo partía hacia Tomelloso para participar, junto a otros 600 jóvenes de la provincia, en este gran acontecimiento con el que cada año damos comienzo al Adviento.
Una vez recogidas todas las acreditaciones, iniciamos el encuentro con una pequeña oración en la parroquia de La Asunción. A continuación, se hizo un recorrido histórico por las marchas desde el año 2000, conociendo el testimonio de algunos de sus participantes.
Tras la comida, empezaron los talleres de la tarde. Los mayores de edad asistieron a una charla del sacerdote Manuel Pérez Tendero sobre los profetas. Ser profeta: nadar libremente a contracorriente, a favor de Dios o, ¿Profetas de hoy? Hombres y mujeres con TIEMPO para DIOS y Fe en el Dios que llama fueron algunas de las ideas tratadas en este taller. Mientras tanto, los más jóvenes recorrieron las calles del pueblo escuchando los mensajes de los distintos profetas.
A las 7 de la tarde y cargados de ilusión, nos pusimos en marcha hacia Argamasilla de Alba. Comenzamos a recorrer un camino lleno de luz, a pesar de la oscuridad de la noche; un camino para reflexionar en silencio y mirar en nuestro interior, a pesar del gran número de jóvenes que nos acompañaba.
En la parroquia San Juan Bautista de Argamasilla tuvo lugar la Vigilia, acto central de la Marcha de Adviento y que cada año los jóvenes esperamos con muchas ganas. Música, Luz y silencio fueron las notas características de esta Vigilia, en la que la adoración al Santísimo fue el momento de mayor emoción y alegría.
Para poner fin a este día, la parroquia ofreció un chocolate caliente a todos los asistentes y, poco a poco, los jóvenes nos fuimos desplazando a Tomelloso para descansar.
EL domingo comenzó con un desayuno y una oración para coger fuerzas e iniciar los talleres de la mañana que, en este caso, trataron sobre la oración en Taizé.
La XV Marcha de Adviento finalizó con la Eucarística dominical, presidida por nuestro obispo Don Antonio y concelebrada por varios sacerdotes. Tras la comida, los jóvenes pusieron rumbo a sus respectivos pueblos, cansado pero felices, y porque no decirlo, siendo mejores Profetas.
La Marcha de Adviento es un recargo de fe y esperanza que te impulsa a seguir adelante en el camino cristiano, conoces a otros jóvenes que comparten tu misma fe y tus mismas inquietudes, y como nos dijeron en la presentación, “cuando estás sólo te acobardas, con los demás te fortaleces”.
Es emocionante ver a tantos jóvenes, llenos de alegría y esperanza, compartiendo y reunidos todos por una sola Persona y con un mismo sentido.
Es emocionante ver a tantos jóvenes orar en la vigilia, trasladar al corazón las palabras que nuestro obispo Don Antonio nos transmite con tanta sencillez, en la Vigilia y en la Eucaristía.
DEJAMOS UNA GRAN FRASE DE LA MARCHA: “Amar a alguien es decir `tú nunca morirás’”
Jóvenes Cristianos de Membrilla
