La Escuela Parroquial de Formación retoma su actividad después de las vacaciones navideñas con las dos sesiones del mes de enero, los días lunes 13 y martes 14, a las 20:30 horas, en el Centro Parroquial de San Mateo.
La Escuela de Formación Parroquial se inició el pasado mes de noviembre y se desarrolla durante todos los primeros lunes y martes de cada mes hasta su clausura en mayo. Durante estos meses, el párroco Raúl López de Toro expone una serie de temas para el trabajo conjunto entre los asistentes. Para esta edición, se ha elegido como tema el Catecismo de la Iglesia Católica, que es la doctrina oficial de la Iglesia. El Catecismo tiene cuatro partes, y se está trabajando la tercera de ellas, correspondiente a los Mandamientos de la Ley de Dios, es decir, una reflexión sobre toda la vida moral de la Iglesia. La elección pretende solventar todas las dudas que cotidianamente surgen en torno a lo que está bien y lo que está mal; sobre lo que debe considerarse pecado y lo que no lo es.
Durante las sesiones de Noviembre y Diciembre ya se han estudiado de modo muy reflexivo cinco mandamientos. Es una catequesis media-alta, para gente con cierta formación debido a los contenidos que se debaten. La metodología se basa en la lectura y explicación teórica de unos textos y, después, en su desarrollo mediante preguntas, diálogo y debate. Cada sesión de catequesis suele durar hora y media.
A la Escuela de Formación Parroquial puede asistir cualquier vecino de Membrilla interesado en aprender más, y de modo más intenso, sobre su fe. No hace falta apuntarse o inscribirse a comienzo de “curso”, ni se pide asistencia obligatoria a todas las sesiones. Es una actividad libre y gratuita. Si alguien quiere recoger las catequesis anteriores, puede solicitar los documentos al párroco. No es necesario haber comenzado desde la primera catequesis, sino que puede incorporarse a la Escuela en cualquier momento de su desarrollo, sólo tiene que acercarse a San Mateo. “La puerta está abierta para todo el mundo”, reconoce el propio párroco. El límite de asistentes lo pone sólo el aforo del salón de San Mateo, en el que caben hasta 60 o 70 personas sentadas.
Para más información adicional, sólo hay que ponerse en contacto con el párroco o con las catequistas de la parroquia.
