Un centenar de alcaldes y distintos cargos del PP de Castilla-La Mancha, arropados por su jefe de filas Paco Núñez, se han concentrado este martes a las puertas del Palacio de Fuensalida, sede de la Presidencia de Castilla-La Mancha, para exigir al presidente regional, Emiliano García-Page, que “cumpla su palabra” y ordene a los nueve diputados socialistas de la región votar en contra de la investidura de Pedro Sánchez.
A escasos minutos de que se materialice "el pacto de la vergüenza" entre "socialistas, radicales, independentistas, comunistas y pro-etarras", el presidente de los 'populares' castellanomanchegos ha asegurado que García-Page aún tiene la ocasión de defender los intereses de España y de Castilla-La Mancha "por encima de los propios intereses del PSOE".
En el caso de que no llame a los nueve diputados del PSOE, el PP hace a García-Page personalmente responsable de lo que suceda y, desde luego, según aseguran en un manifiesto leído por el vicepresidente de la FEMP de la región, el alcalde de Membrilla (Ciudad Real), Manuel Borja, "habrá perdido toda credibilidad en su oposición al sanchismo" y habrá "traicionado" a Castilla-La Mancha.