Las inclemencias meteorológicas de los últimos días han afectado de forma muy diversa a la provincia. En muchos municipios las lluvias han sido abundantes y beneficiosas para los cultivos.
El daño lo provocó el granizo, caído en los términos municipales de localidades como Alcázar de San Juan, Alcubillas, Bolaños de Calatrava, Campo de Criptana, Daimiel, Valdepeñas, Tomelloso, Torralba de Calatrava o Socuéllamos.
ASAJA ha instado a la Agrupación Española de Entidades Aseguradoras de los Seguros Agrarios Combinados (Agroseguro) a que valore inmediatamente los daños ocasionados por el pedrisco, ya que el retraso a la hora de valorar los siniestros en las viñas, que se encuentran en pleno crecimiento vegetativo (dada la época del año y la situación climatológica), dificultaría una valoración exhaustiva de las pérdidas reales ocasionadas y puede hacer perder la evidencia de los numerosos daños.
Ante estos fenómenos meteorológicos, ASAJA Ciudad Real recomienda a los agricultores que aseguren todos sus cultivos, ya que es la única manera de tener cubierta la producción ante estas adversidades.
Líneas de seguros
Ahora mismo está abierto el plazo para asegurar el viñedo contra el pedrisco, cuyo periodo de contratación finaliza el próximo 30 de abril
En cuanto a los cereales ya se puede contratar el seguro combinado de cultivos herbáceos, que cubre daños ocasionados por pedrisco, incendio, fauna silvestre, viento huracanado o inundaciones. Los plazos finalizarán del 31 de mayo al 30 de junio, según cultivos.
También están abiertas diversas líneas de coberturas de hortícolas. La de melón (hasta el 30 de junio); pimiento (hasta el 31 de mayo); sandía (30 de junio); berenjena (hasta el 31 de mayo) o cebolla (cuyo seguro se podrá contratar a partir del 1 de junio).
Por otra parte, la Organización informa que hasta el próximo 31 de mayo los propietarios de terrenos agrícolas y forestales podrán asegurar los daños que causen los incendios, vientos huracanados o los riesgos excepcionales de inundación sobre la masa forestal, lo que permitirá cubrir los gastos necesarios para la repoblación y regeneración de la masa forestal siniestrada. Esta repoblación es, en la mayoría de los casos, obligatoria tras un incendio.