Javier Urra: "A los padres sólo hay que decirles ¡disfruten!"

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Javier Urra ofreció el pasado viernes en Membrilla la II Conferencia sobre Padres y Educación que organiza anualmente el Ampa Rezuelo, del Instituto de Educación Secundaria Marmaria de la localidad.

Bajo el título genérico de ¿Qué se le puede pedir a la vida?, el reconocido psicólogo y pedagogo terapeuta, primer Defensor del Menor de España, planteó a los numerosos padres que llenaron la Casa de Cultura una visión práctica de lo que deben ser las pautas educadoras en la sociedad actual partiendo de un análisis serio y lleno de sentido común de los principales problemas que dicha sociedad plantea hoy a nuestros niños y jóvenes: la sobreprotección de los hijos, las adicciones como el alcohol y las drogas, el uso de las nuevas tecnologías, el mensaje de "no hay futuro", la falta de valores cívicos... A raíz de la toma de conciencia de lo que tenemos y de lo que debemos y podemos pedir a la vida, Javier Urra ofreció lo que él mismo definió como "vacunas" para la vida, soluciones prácticas al alcance de todos, para que los niños crezcan felices sobre la base de una educación sólida basada en el respeto y los valores, y para que los padres disfruten educando.

Con esta charla, el Ampa Rezuelo del Ies Marmaria de Membrilla, formada por 190 familias de alumnos, continúa la línea de trabajo que ya inició el año pasado con la conferencia "La educación en España, de un extremo al opuesto" impartida por Emilio Calatayud, Juez de Menores de Granada, conocido por sus sentencias ejemplares.

Siguiendo la línea temporal de su propia experiencia vital y profesional en los campos de la psicología terapeutica y de la fiscalía de menores, Javier Urra desgranó durante la conferencia su particular visión de la sociedad, una sociedad en la que los niños adolecen de autocontrol por falta de educación; quejicosa y victimista; una "sociedad de gente acojonada" donde incluso a veces los profesores tienen miedo de que a un niño le pase algo mientras está a su cargo o de reconocer un acoso escolar en el aula. "Una sociedad que está cambiando todos los días de leyes porque somos incapaces de cambiar a las personas, en la que falta ética y moral. Y eso daña a nuestros niños." "¿Quién ha dicho a nuestros jóvenes que este es un mal momento?, -reflexionó-. En un pasado muy cercano se han vivido guerras, pandemias...Sí, es un momento económicamente terrible, pero estamos educando a los niños en una cuna de algodón para luego decirles que no tienen futuro aquí. La vida es dura. Y eso hay que enseñárselo."

Para Urra "estamos educando en la idea aristotélica de la razón, que es muy importante, pero hace falta llegar a la emoción, a los sentimientos." Destacó igualmente la importancia del autocontrol: "El ser humano es libre porque es capaz de poner cortafuegos, de poner límites." Y sentenció: "El ser humano es profundamente vulnerable y eso es importantísimo transmitirlo a los niños. También esencial girar el tablero y ponerse en el lugar del otro. Es un juego que hay que practicar en todo momento, en nuestra vida, incluso desde asociaciones como el Ampa: EL QUE NO SABE LO QUE SIENTE EL OTRO, PIERDE."

Las nuevas tecnologías

Javier Urra ofreció el pasado viernes en Membrilla la II Conferencia sobre Padres y Educación que organiza anualmente el Ampa Rezuelo, del Instituto de Educación Secundaria Marmaria de la localidad.Javier Urra destacó la existencia de niños permanentemente conectados a las nuevas tecnologías, en una sociedad en la que ha desaparecido el contacto personal. La razón para el psicólogo es que "la gente tiene un sentimiento grande de soledad. También la gente está agobiada con la premura. No pueden estar desconectados. Pero debe marcarse un tiempo para todo, con un horario. La gente se engancha a las nuevas tecnologías para no tener un vacío existencial y es un riesgo importante no aprovechar ese tiempo para hablar, para escuchar..."

Para Urra es "esencial la naturaleza y la práctica del deporte. Ganar, competir, compartir, cooperar, perder..." Es un factor determinante a la hora de evitar situaciones delictivas, es una de sus "vacunas" para la vida. Y continúa en su reflexión: "Es muy importante el lenguaje. Estamos perdiendo la riqueza del lenguaje. El ser humano ha desarrollado la mente gracias al lenguaje, y nuestros chicos cada vez se comunican con un lenguaje más breve. El lenguaje es esencial, la riqueza de la palabra, los matices, los grises... El enseñar a los niños lo que es la belleza, que no es cara. Un amanecer, un atardecer, una obra de arte... Enseñar a los niños un instrumento musical que les exige la armonía, los tiempos, el manejo del silencio... Estas son las vacunas." Y subrayó: "Creo que es muy importante que lean a los clásicos, que vean teatro... En internet está la información, pero no está la cultura."

En el campo de las nuevas tecnologías incidió también en la importancia del buen uso de las redes: "Trasladen a sus hijos que una cosa importante del ser humano es la intimidad. Los chicos van a tener que formarse en la intimidad. Lo reflejan todo en las redes y eso queda ahí para todos y para mucho tiempo, y eso hay gente que no lo va a soportar. Que sepan que si están conectados con muchos niños de 13 años, puede haber uno que no tenga 13 años, que sea un tipo de 36."

A los padres sólo hay que decirles: Disfruten

Javier Urra destacó en todo momento que lo importante en la vida, también en la educación, es reconocer lo que es de verdad importante y relativizar lo demás. "Hay que intentar que los niños sean optimistas: la esperanza es una obligación ética. Optimista no quiere decir que sea bobalicón, sino que busque la parte positiva."

En cuestión educadora, "a los padres sólo hay que decirles: Disfruten. Los padres están agobiados por todos los problemas que puedan tener los hijos. Pero es inevitable que los hijos sufran. Hace poco era imposible hablar con los padres; sin embargo ahora los padres hablan mucho con los hijos, no sé si a veces demasiado. Y desde luego se hace desde la igualdad, lo que es un error. Uno es el padre y otro es el hijo. Uno es el profesor y otro el alumno".

Y destacó, sobre todo, la constancia, la firmeza y la libertad: "La educación es cotidiana, día a día. Sin embargo, no hay que vivir por y para el hijo. Es mío, pero es libre. Será lo que quiera ser."

Javier Urra concluyó su conferencia respondiendo a las preguntas de los padres, profesores y demás público asistente, tras hacer una reflexión sobre el contenido genérico de la misma: "¿Qué se le puede pedir a la vida? La última pregunta inteligente que se le puede hacer a la vida debería ser ¿para quién he vivido? No para qué he vivido."

Javier Urra ofreció el pasado viernes en Membrilla la II Conferencia sobre Padres y Educación que organiza anualmente el Ampa Rezuelo, del Instituto de Educación Secundaria Marmaria de la localidad.

 

 

 

 

 

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