Emilio Calatayud, juez de menores de Granada ofreció una conferencia en Membrilla bajo el título La educación en España: de un extremo al opuesto, en la que realizó un pormenorizado recorrido por los cambios que la educación ha sufrido en nuestro país desde la época de la dictadura hasta los tiempos constitucionales, haciendo especial alusión a las consecuencias jurídicas generadas por los problemas educativos actuales vinculados al menor. La charla, extraordinaria apuesta por la formación realizada por el Ampa Rezuelo del IES Marmaria de la localidad, contó con numerosa asistencia de padres y madres, tanto de Membrilla como llegados desde localidades vecinas. Emilio Calatayud estuvo acompañado por Berna Jiménez, presidenta del Ampa Rezuelo, Carmen Alhambra, directora del centro y Catalina Guijarro, orientadora del Ies.
Emilio Calatayud, tras realizar un muy gráfico apunte de la transformación de los modelos educativos desde el autoritarismo paterno preconstitucional hasta el padre "colega" de la democracia, hizo hincapié en la urgente necesidad de un pacto nacional por el menor que implique a todos los sectores de la sociedad, comenzando por la clase política, encargada de legislar en torno a la materia.
La preocupante situación que vive en la actualidad el mundo del menor, caracterizado por políticas y hábitos educativos poco efectivos, ausencia de valores y aumento de "vicios" (principalmente reflejados en el consumo tanto de sustancias como de nuevas tecnologías) ha de encontrar solución, según el juez, en una reflexión profunda y un cambio firme en los tres pilares básicos de la educación del menor: familia, escuela y sociedad. El juez subrayó en todo momento que "hay que exigir más a las familias y a la sociedad". En este sentido, Emilio Calatayud pidió a los padres la autoridad suficiente para tratar y educar a los hijos, recordándoles que los padres son padres, "no son amigos de los hijos"; todo ello en una sociedad en la que últimamente sólo se exigen los derechos del menor, sin darle la misma importancia a los deberes de los hijos, también regulados por ley.
Del mismo modo, el juez natural de Ciudad Real aunque afincado en Granada, pidió a los maestros "que sean maestros", que luchen contra el fracaso escolar y contra el absentismo, porque los niños es en la escuela donde tienen que estar, reivindicando al mismo tiempo la recuperación de un principio de autoridad en las aulas que nunca debió perderse.
En último lugar, Calatayud pidió a la sociedad que dejase de ser hipócrita y criticó a un legislador poco protector y en muchos casos contradictorio a la hora de legislar . Como juez de menores, desgranó la situación penal actual del menor recordando que el 80% de los menores que cometen delitos no son delincuentes y que sólo el 20% restante tiene ese perfil de delincuencia, aunque con una historia detrás que hay que trabajar siempre. Por ello, el juez incidió en que es buena la desjudicialización, la conciliación, la mediación: "Cuando interviene la justicia es que ha fracasado lo demás." Emilio Calatayud mostró su preocupación por el alarmante aumento de los delitos vinculados al mal uso de las nuevas tecnologías y habló sobre la Ley de Responsabilidad Penal del Menor, que consideró buena, en el marco de su propia y particular filosofía en torno a su aplicación: El menor debe pagar lo que ha hecho pero con vistas a su reinserción, siempre en interés del menor; un interés que define como el reconocimiento pleno de sus derechos pero con la exigencia responsable de sus deberes.- FM