Una veintena de alumnos participaron el pasado fin de semana en el Taller de Técnicas Escénicas impartido por Belén Gordillo, actriz , bailarina , cantante y clown, en la sede de la Asociación Musical Maestro Emilio Cano, en los Paseos del Espino. Organizado por la propia asociación, con la colaboración de la Banda Juvenil Villa de Membrilla, el taller buscaba trabajar y, sobre todo, jugar con el miedo escénico de los jóvenes músicos y artistas con el objetivo de liberarlo.
El balance final del taller, desde la perspectiva de la propia organización, ha sido muy positivo, una experiencia "inolvidable, impresionante y mágica" con la que se han cumplido los objetivos básicos buscados: "dar una inyección de moral, de paz, de energía positiva, a todos chicos".
Las mismas sensaciones se han vivido entre el alumnado. Y, para muestra, un botón: el testimonio de una de las alumnas, clarinete de la Asociación Musical Maestro Emilio Cano, que participaron en el taller, Cati Fuentes Andújar:
"En el momento en que me comentaron, ya hace mucho tiempo, que se iba a hacer un curso de "miedo escénico", entre otros contenidos, dije inmediatamente que contaran conmigo, pero sin imaginarme en ningún momento que este curso me aportaría una serie de sensaciones y de vivencias que me han hecho y me harán crecer con la práctica de todo lo aprendido, tanto personal como laboralmente.
A través de este curso he conseguido, entre otra muchas cosas, dar aún más importancia una serie de valores que son fundamentales en la vida diaria como la tolerancia, el respeto, la amistad, la ayuda o el compañerismo, y ser consciente que a través de ellos se fundamenta una valoración cada vez mejor y más positiva de nosotros mismos.
Destacar que cada una de las actividades que hemos realizado me han hecho aumentar la confianza en mí misma y entender muchas de las situaciones que se nos presentan cuando estamos delante de un público, ayudándome a enfrentarme a ellas con mayor facilidad y seguridad.
Remarcar también la gran diferencia de actitud y de estado de ánimo que sentía entre el comienzo de la clase y su fin, ya que nos introducíamos en un "mundo de aventuras" lleno de momentos de alegría, de ilusión, de creatividad, de compañerismo, de empatía... hasta llegar al "mundo de la imaginación" donde enraizábamos nuestra cuerda de color brillante con el centro de la tierra y olvidábamos cada una de las preocupaciones, situaciones y pensamientos negativos para nosotros.
Y una vez que los expulsábamos, se creaba en nosotros mismos una sensación de paz , tranquilidad y relajación, la cual podríamos comparar con la dulzura, timidez y picardía que tenemos cuando somos niños. Y reviviendo esos momentos me hacen recordar que el miedo y la vergüenza apenas era un impedimento, y darme cuenta de que la puesta en escena y enfrentarse a un público es meramente saber disfrutar el momento y hacer que los demás sientan, disfruten y compartan ese sentimiento contigo."