La comunidad educativa del colegio San José de Calasanz celebró el pasado viernes la fiesta de su patrón en una intensa jornada en la que se sucedieron diferentes actos religiosos y lúdicos y en la que el Ampa del centro colaboró con la tradicional chocolatada.
La mañana comenzaba con la celebración de la Eucaristía en honor a San José de Calasanz oficiada por el párroco Raúl López de Toro en el pabellón deportivo del colegio a la que asistieron los alumnos, el cuerpo de profesores casi al completo y pocos padres. Como en años anteriores, a la celebración también quisieron sumarse los antiguos directores del centro, Juan Manuel y Victoriano, y algunos profesores ya jubilados. La misa estuvo presidida por la imagen del santo, trasladada para la ocasión desde su ermita de la plaza situada junto al centro educativo, y en ella colaboraron de manera especial los alumnos de 6º curso, asistiendo como monaguillos, al frente del coro o realizando las lecturas.
En una celebración marcada por la especial presencia de los niños y, sobre todo, por la espontaneidad de los más pequeños, el párroco quiso destacar la significativa figura de San José de Calasanz, un santo abierto a la tremenda realidad social que le rodeaba, muy comprometido personalmente con la situación educativa de los niños más pobres, que luchó con obras (no sólo con palabras) provocando una autentica revolución con sus ideas y pensamientos, de gran calado práctico y espiritual, y un progreso efectivo en la solución de los problemas siguiendo su particular obra pedagógica.
Raúl López de Toro lamentó la situación de crisis económica en el sector y subrayó la importancia de la figura educadora de maestros y padres, recuperando las reflexiones de Benedicto XVI en torno al hecho de que en estos tiempos en los que vivimos una situación de "gran emergencia educativa" los maestros son héroes.
Tras la misa, tuvo lugar el tradicional desayuno de tortas y chocolate organizado por el Ampa y elaborado y repartido por las clases por madres voluntarias. La Junta Directiva de la Asociación de Padres y Madres ha agradecido enormemente la gran acogida que la iniciativa ha tenido este año por parte de las familias, ya que se han prestado a colaborar un total de 48 madres. "Gracias a ellas esta tradición puede seguir año tras año. Desde aquí animamos a las madres y padres que aún están indecisos para que nos ayuden en el próximo año", apuntan desde la dirección del Ampa. En total se hicieron 9 ollas de chocolate y se repartieron 400 tortas.
Una vez recuperadas las fuerzas, los alumnos participaron en una serie de actividades educativas y lúdicas de marcado sabor francés, como los talleres de murales de monumentos parisinos y las carreras de "Le tour de Paris".
ALGUNOS PENSAMIENTOS DE SAN JOSÉ DE CALASANZ
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