¿Qué lleva a un atleta a plantearse correr 100km?
En la mayoría de los casos los atletas que corren estas pruebas son atletas que han corrido muchas maratones y llega un momento en que ya no les llena y prueban con cosas distintas siempre con las ganas de superación, de hacer algo que se sale de lo normal. Pero en mi caso no fueron ninguno de estos los motivos, vino surgido por unos motivos personales difíciles de explicar.
- ¿Cuál fue el momento más duro de la carrera?
Especialmente no hubo ningún momento específico que señalar. Como duró, los problemas aparecían poco a poco y se iban acumulando sobre todo desde el kilómetro 60 cuando las piernas empiezan a doler y el cuerpo empieza a no tener ganas de comer apareciendo molestias intestinales. En ese momento la cabeza es la que tiene que trabajar para ayudar al cuerpo a caminar y llevarlo hasta el kilómetro 80 para con un último esfuerzo conseguir terminar.
- ¿Y el más agradable o mayor satisfacción?
Para mí la última vuelta fue una gozada, cuando pasabas por los controles y te ibas despidiendo de los jueces y de los voluntarios de la carrera después de haber corrido 90 Km. Aunque sea arrastras hay que llegar, me decía. Pero, por supuesto, cuando pasas el último kilómetro ya notas cómo un gusanillo te recorre todo el cuerpo y que culmina pasando la línea de meta con la ovación de todo el mundo, y sobre todo de los tuyos que han estado toda la mañana esperando y sufriendo más que yo. Ese momento no se olvida nunca y todavía cuando lo recuerdo se me humedecen los ojos.
- ¿En qué piensa un atleta durante casi nueve horas de competición?
Al principio sólo piensas en correr y mantener un ritmo que más o menos te marcas según los entrenamientos realizados, en tener cuidado con la bebida y con la alimentación, cuando los problemas se acumulan a partir del kilómetro 60 empiezas a pensar: en qué puedo hacer para llegar a meta sin importarte el ritmo ni el tiempo, en no tener una lesión grave que te obligue a abandonar, pero sobre todo piensas en la gente que te apoya, que no puedes decepcionar. En los días previos a la prueba había recibido muchas llamadas de gente del club y amigos, deseándome toda la suerte del mundo. En el circuito se encontraba mi entrenador Juan Cano, su novia, Pedro Moraleda, Angelines y toda mi familia; no les podía fallar. A todos los llevaba siempre en mente y sin duda fue la gran motivación que me ayudo a completar la prueba.
- ¿El próximo reto o competición que te planteas?
Cuando terminé la prueba sólamente pensaba en colgar las zapatillas en el sitio más alto de mi casa y dejar el atletismo, (es broma). No lo sé, siempre mi reto hace un año era hacer un maratón por debajo de 3h. 20´ que me valiese para poder competir en la prueba de los 100 Km. y luego coger mi bicicleta y seguir como ciclista. El problema es que el atletismo me ha enganchado y la verdad, ahora en frío, es que me apetece seguir como atleta. Creo que habrá que hacer un maratón más y espero que en esta ocasión vaya acompañado de, por lo menos, otros cinco atletas más de nuestro club.
- Tras tu experiencia ¿animarías a algún compañero a realizar otra carrera de 100km?
Para realizar este tipo de pruebas no basta con los ánimos de un compañero que ya la haya realizado: hay que estar especialmente motivado y convencido de lo que quieres hacer porque aquí no basta con el trabajo físico, también está el psicológico, son muchas horas de entrenamientos y sacrificios.
Lo que si le aconsejaría es que primero corra 6 ó 7 maratones y domine las distancias largas y si tiene ambición de algo más allá pues que pruebe con los 100km. Por que al final no deja de ser una experiencia bonita y única.
- ¿Qué destacarías de este tipo de competiciones?
En primer lugar en el plano personal, el ambiente que se vive entre los atletas, es algo increíble. Todos parecen como hermanos. El éxito o el fracaso de uno todos lo sienten como propio. En segundo lugar, ya en el plano deportivo, destacar la dureza que te lleva a unos límites que jamás crees que podrías llegar y que sin embargo superas sin saber cómo lo has hecho.
- Haciendo maratones en entrenamientos a 3h. 15´ ¿Cuál puede ser tu tope en maratón?
Esta pregunta la sabe mejor que yo mi entrenador. Sí es cierto que en los entrenamientos he realizado distancias mayores del maratón y he pasado el maratón en 3:15´. Incluso en una ocasión que tenía que entrenar 40km, me encontraba bien y realicé la distancia del maratón en 3:03´, mejor marca que en el maratón de Sevilla. Pero la forma se va y se viene y yo no tengo referencias para poder decir donde está mi tope. En una ocasión Juan Cano me dijo: “Tú puedes bajar perfectamente de 1:20´ el medio maratón”, y yo le dije “tú estás loco” y sin prepararlo específicamente logre 1:17´. Por tanto esta pregunta se la tendremos que hacer a Juan.
- ¿Qué es más dura, la prueba en sí o la preparación?
Son dos cosas distintas. Psicológicamente es más dura la preparación, porque tienes que hacer muchos kilómetros de entrenamiento un día y otro, tengas ganas o no tengas, tienes que hacer muchas tiradas largas que son muy agotadoras física y psicológicamente. Y físicamente, la prueba porque como ya he comentado antes te lleva hasta límites de cansancio inimaginables.
- Dentro del C.A. Membrilla ¿Quién puede ser tu sucesor en estas locuras?
No son locuras, son retos, aunque ya sé que lo primero que dije cuando crucé la línea de meta fue “esto es de locos”. La pregunta tiene una respuesta clara ahora mismo. Yo veo a dos candidatos: a Alfonso Bellón, como candidato numero uno por su ambición, por ser una persona inconformista y porque ya ha corrido dos maratones y este año si Dios quiere será el tercero. En un par de años como mucho lo tengo en la puerta de mi casa diciéndome “¿por qué no corremos una de 100?” Y otro candidato es Pedro Moraleda. Seguro que cuando encadene unas temporadas seguidas sin lesionarse, se apunta al equipo. No olvidemos que es uno de los primeros que empezaron en esto y tarde o temprano le picará el gusanillo.
- Si quieres añadir algo...
Por su puesto que quiero añadir algo. Quiero agradecer a todos los que me han ayudado a conseguir mi objetivo. Esto ha sido un trabajo de equipo y sin él yo no hubiese sido nada.
En primer lugar, a mi mujer por haberme apoyado desde el primer día que se lo planteé en los entrenamientos y en los momentos de lesiones. A mis hijos por darme ánimos constantemente cuando había días malos. A Juan Cano porque aceptó el reto sin rechistar, demostrando que es un grandísimo entrenador, el 60% del merito es suyo.
A Pedro Moraleda y su esposa Angelines que me han apoyado y animado, a Blas Rodríguez, a su hijo, a todos los que en algún momento me han acompañado en los entrenamientos largos. A Alfonso Bellón que incluso me regaló unos calcetines para el día de la prueba.
A Juan Manuel Molina Morote y su entrenador José Carrillo. Que también me acompañaron en un entrenamiento, que aunque parezca una tontería me llenaron de una energía que ya necesitaba. (Un atleta Olímpico dándome avituallamiento cuando lo necesitaba) y su entrenador siguiéndome con la moto, fue una gozada aquel día. Incluso me regaló la gorra con la que corrí los 100 km, que él había llevado en las Olimpiadas de Pekín.
Al concejal de deportes Diego Moraleda, por cambiarme la cerradura del gimnasio para que no pudiese entrenar por la mañana temprano, porque las adversidades me hacen más fuerte.
Por supuesto a todo el mundo que se acordó de mi el día de la prueba y después de ella. Nunca creí que tendría tanto apoyo. Para mi ha sido muy emocionante, no sé cómo podré recompensar a toda esta gente el cariño que me han mostrado. Por tanto muchas gracias a todos.
(Club de Atletismo Membrilla)