Los junior del Membrilla C.B. cierran una atípica temporada en la que el baloncesto volvió a hacer vibrar el Pabellón

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Desde estas líneas quiero hacer balance de lo que ha sido esta atípica temporada de nuestro equipo de baloncesto junior masculino del Membrilla CB.

Empezamos la temporada allá por el mes de septiembre, con muchas ganas e ilusión y la incertidumbre de cómo respondería un equipo que ya había conseguido ser dos veces tercero provincial en la liga escolar, en una categoría federada con equipos que nos superaban en cuanto al físico, ya que la mayoría de nuestros chicos son de edad cadete o junior de primer año.

Sabíamos que a nivel técnico y táctico, estaríamos a altura, así que dedicamos gran parte de la pretemporada y la primera parte de la temporada a trabajar la condición física, para ser un equipo correoso, que fuese capaz de jugar en todo campo y así mitigar nuestra falta de peso y altura, con la velocidad y la agresividad en defensa, proponiendo ataques rápidos en contraataque o transición y una defensa a todo el campo con continuos 2c1.

Y la cosa funcionó, el equipo era un equipo intenso que proponía partidos de alta intensidad y eso nos hacía peligrosos contra cualquier rival. Provocábamos muchos errores en los rivales, con lo que no llegaban a tirar y nos permitía no sufrir cerca del aro, que era nuestro punto débil. Los tres primeros partidos los perdimos, en parte por nuestra inferioridad bajo los aros, pero también, por nuestra falta de acierto en el tiro, pero fueron partidos en los que fuimos aprendiendo como es la categoría y lo que necesitábamos hacer para conseguir la victoria.

Así fue como en el cuarto enfrentamiento ganamos a domicilio nuestro primer partido, con intensidad y falta de acierto en el tiro, llegamos a un final apretado en el que ganamos de 1. Esto nos dio confianza y tanto los chicos como el equipo técnico, vimos que era posible ganar partidos con el baloncesto que proponíamos y así fue, ganando el siguiente partido en casa de una forma más holgada y en el que ya estuvimos más acertados.

La temporada transcurría de forma natural, los chicos asistían con continuidad a los entrenamientos y eso se notaba en el crecimiento del equipo. Conseguimos ganar a 3 de los 5 equipos de la liga y terminamos la fase en cuarta posición de 6 equipos, con un balance de 4 victorias y 6 derrotas.

Así pasamos a la segunda fase en la que nos jugaríamos una plaza con Puertollano y Socuéllamos, equipos a los que ya les habíamos ganado, pero que en los primeros enfrentamientos de esta segunda fase nos consiguieron batir en partidos muy luchados.

Así nos metimos a mediados de marzo y nos llegó la sorpresa de este virus que lo paralizó todo y aunque en un primer momento parecía que sería cosa de un par de semanas y que continuaríamos con la competición, lo que nos hizo mantener los entrenamientos a nivel físico desde casa con sesiones online, la realidad se impuso y la competición se suspendió, lo que nos ha dejado un sabor de boca amargo y el anhelo de poder volver en septiembre a empezar una nueva temporada con un equipo más hecho y con las mismas ganas de disfrutar con el deporte que nos gusta.

Desde aquí quiero dar las gracias a todos nuestros patrocinadores, por la ayuda prestada y al Ayuntamiento de Membrilla por su apoyo incondicional.

 

 

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