Con el paso de los días nos vamos adentrando en la “nueva realidad”, haciéndonos a la idea del calado de este virus maligno y devastador, continuando en estado de alarma, ahora en fase 2, y esperemos que pronto en fase 3, donde las normas cambian cada 15 o incluso 7 días, normas de convivencia y preventivas para minimizar los estragos del COVID19.
En lo que respecta al deporte y como no podía ser de otra manera, esta “nueva realidad” está afectando a la realización de eventos deportivos, futbol, baloncesto, tenis, ciclismo…, que poco a poco irán reanudándose, pero hoy toca hablar más concretamente de las carreras populares, las cuales tendrán que reinventarse, al menos en un futuro inmediato, y poco a poco se van conociendo propuestas diferentes, de diferentes estamentos, para la vuelta de estas competiciones populares, si bien, mientras tanto y en pleno confinamiento no han parado de celebrarse, al menos virtualmente, una modalidad que se ha puesto de moda, y que consiste en recorrer una distancia prestablecida, cada cual a la hora que crea oportuno con el recorrido que más le guste, entre 10 ó 5 kilómetros, siendo los ingresos normalmente por y para una causa solidaria.
El domingo pasado se celebraron varias de estas carreras, entre las que destacamos la primera carrera virtual solidaria de Argamasilla de Alba, prueba que sustituía a la que se debía haber celebrado con normalidad en dicha localidad, la séptima prueba del Circuito de Carreras de Ciudad Real, y quinta consecutiva que se aplazó por el tema de esta pandemia, pero que se celebró virtualmente entre varios inscritos, participando como no podía ser de otra manera atletas membrillatos.
Otra prueba de estas mismas características, fue la Carrera Virtual Solidaria que organizaba por Euro Caja Rural, yendo sus beneficios en este caso al banco de alimentos de Ciudad Real, donde también participaron atletas locales, y que sin duda es la manera de “matar” el gusanillo y de ponerse un dorsal a la vez de colaborar con un bien solidario.
Aunque sin lugar a duda la gesta local más destacada fue la de Francisco Arias, que en pleno confinamiento, allá por el mes de abril, logró completar la friolera de 44 kilómetros en el patio de su casa, en un circuito de poco más de 80 metros, sustituyendo lo que debería haber sido una maratón más de Madrid para él, pero que por estas circunstancias se suspendió, dando opción a completarlo virtualmente como así hizo el bueno de Paco.
Poco a poco se irán dando más libertades y si todo va según lo previsto y no hay ningún retroceso en los contagios, se podrán celebrar carreras populares, obviamente con las normas y medidas que indiquen las autoridades competentes, pues en el mes septiembre ya hay algunas previstas, pero sin duda serán muy diferentes a lo que hasta ahora conocíamos y mientras esta pandemia no esté totalmente controlada las carreras serán con participación reducida y con medidas que harán que este deporte se practique, o mejor dicho, se compita de otra manera al que hasta ahora conocíamos.
Mientras, los atletas y corredores locales seguirán, seguiremos, pateando los caminos cercanos a nuestra localidad, disfrutando de esta afición y deseando volver a “la antigua normalidad”, y aunque todas las premisas apuntan que nuestra carrera Ferimel 10K se suspenderá, aunque sea una decisión dura, pero es algo totalmente coherente, Membrilla, al menos, y los corredores que quieran participar tendrán su carrera virtual.