La meritoria actuación de los atletas locales Manuel Jiménez Ruiz de Elvira y de Alfonso Bellón Arroyo en la XXV Maratón Ciudad de Sevilla 2009, celebrada el pasado fin de semana en la capital andaluza, consolida al Club de Atletismo Membrilla en toda clase de pruebas que se celebran a nivel nacional. Hace tan sólo dos años eran unos pocos los que se atrevían con las pruebas de fondo de 10.000 metros y medias maratones. Gracias al ejemplo de estos pocos el año pasado ya contábamos con una decena de atletas que habían debutado en alguna media maratón y con dos bravísimos corredores que se atrevieron nada más y nada menos que con la distancia mítica y la reina de las pruebas atléticas: LA MARATÓN. Éstos fueron, cómo no, Alfonso Bellón y Pedro Moraleda. Tan sólo pronunciar el nombre de la prueba produce respeto.
En la mente de estos dos atletas estaba correr de nuevo una Maratón porque las emociones vividas en el momento de cruzar la línea de meta es como una droga que produce sensaciones indescriptibles. Contagiado por lo que comentaban sus dos compañeros, se sumaba este año Manuel Jiménez, y juntos programaron su preparación invernal para correr en Sevilla la XXV edición de esta prueba. Un equipo completo; quién lo iba a decir.
Desgraciadamente, en el mes de diciembre Pedro Moraleda sufría una lesión grave que lo apartaría de los entrenamientos y se caía del equipo. Alfonso Bellón seguía arrastrando problemas musculares desde el mes de mayo pero parecía que se mejoraba poco a poco y Manuel Jiménez daba un susto cuando en diciembre sufría una lesión que afortunadamente superó en veinte días.
Con los ánimos por las nubes, estos dos supervivientes se desplazaron hasta Sevilla con la intención de vivir una de las experiencias más bonitas que un atleta puede sentir en su interior. La satisfacción personal de un logro que parece inalcanzable, pero que con esfuerzo, dedicación, voluntad y sobre todo empeño puede estar al alcance de todos los amantes al atletismo.
A las nueve de la mañana empezaba la prueba. Alfonso y Manuel comenzaban su hazaña (Alfonso albergaba algunas dudas porque había sentido molestias de su antigua lesión) animados por sus familias y por el entrenador Juan Cano. Corrían como un reloj con la intención de cubrir la mítica distancia de los 42.195 metros en tres horas. Justo cuando alcanzaban la mitad de la prueba el reloj marcaba 1:29:46. Juan Cano corría junto a ellos en algunos tramos de la prueba y comprobaba que todo iba según lo previsto. Pero la distancia no perdona y cuando llevaban 22 kilómetros Alfonso empezaba a tener molestias en los abductores que le confirmaban que su lesión no estaba del todo curada y que tendría problemas para aguantar el ritmo, por lo que tuvo que descolgarse para controlar. Manuel seguía con el ritmo marcado por su entrenador en la hoja de ruta al milímetro hasta tal punto que en el kilómetro 39 el crono marcaba 2 horas y cuarenta y siete minutos. Un pequeño despiste en la alimentación le hizo ceder al final unos minutos, que no deja de ser una mera anécdota, ya que Manuel paró el crono en las 3:04:00 paseando la bandera del club entre sus brazos por todo el estadio Olímpico de Sevilla , con la pena de no haberlo hecho junto a su compañero Alfonso.
El coraje y el pundonor que ha demostrado tener Alfonso hicieron que éste no abandonase la prueba y entrase en línea de meta con un tiempo admirable de 3:36:02.
Enhorabuena a estos dos atletas por lo conseguido. Y gracias por servir de ejemplo para todos los demás miembros de nuestro club.
