Las inclemencias meteorológicas en forma de viento y lluvia fueron las protagonistas del Cross de Quintanar de la Orden, al que se desplazaron tan solo diez atletas del club con distintas pretensiones y objetivos.
El más ambicioso y complicado era el de Jesús Bellón e Ismael Quiñones, buscando jugar sus opciones de cara a la clasificación del europeo de cross, si bien es cierto que para Jesús es sumamente complicado al ser junior de 1º y tener que competir con atletas hasta 2 años más grandes. Por su parte Ismael, que si ha preparado a conciencia estas pruebas, se encuentra en un gran momento de forma como así atestigua la 2ª posición que logró en esta prueba en la que les cayó un autentico diluvio. Jesús ocupó la 16ª plaza.
Carlos Moraleda en su debut en la categoría de Infantil realizó un autentico carrerón quedando en 5ª posición, corriendo de menos a más remontando muchos puestos.
Otras atletas de las nuestras que estuvieron al borde del podio fueron María Rosa Villahermosa y Rosalía Bellón en su debut en las pruebas de campo a través ocupando la 4 ª y 5ª posición respectivamente. Por su parte los gemelos Raúl y David Moraleda ocuparon la 8ª y 9ª plaza en la categoría alevín masculina, carrera condicionada por su mala salida.
Sofía Bellón y Pilar Reina hicieron su debut en la categoría de cadete, en una prueba con una gran participación, ambas concluyeron contentas siendo conscientes de que aun es pronto para obtener grandes resultados.
En la prueba senior participó José Manuel Villahermosa, que volvía al cross después de formar parte del club en categorías escolares y que ahora regresa como atleta popular destacado, aun así no fue su día y no encontró buenas sensaciones aparte de correr sin zapatillas de clavos lo cual condicionaba mucho su ritmo.
Para finalizar la crónica de la actuación de los nuestros, el primero en tomar parte en la prueba, el veterano Manuel Jiménez, el cual concluyo en 7ª posición de la general en la que se mezclan veteranos de todas las categorías es decir desde 35 años. Manuel además contó con el hándicap de no usar clavos con el perjuicio que esto acarreaba en algunas partes de la prueba