"Ahora debemos seguir manteniendo la guardia alta recordando que seguimos siendo la España seca", afirmó tras recorrer el Parque Nacional de las Lagunas de Ruidera inundadas tras las últimas tormentas, al tiempo que explicó que se trata de una situación excepcional y extraordinaria y que no se puede olvidar nunca que entre un año de mucha agua y el siguiente a veces transcurren prolongados periodos de diez y quince años de sequía.
"Independientemente de los cortes de carretera resulta muy agradable volver a escuchar el susurrar de las Lagunas de Ruidera, el ruido. De ahí su nombre porque vierten unas a otras".
Desde al año 1947 no se recuerda tanta agua en las Lagunas. Por ello, ahora que hay agua, José María Barreda incidió en que el agua hay que cuidarla y hacer un esfuerzo sostenido para ahorrar, recuperar los acuíferos y hacer un uso racional del agua.
El delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Máximo Díaz-Cano, indicó por su parte que se va a estudiar la situación que se da en algunas zonas de la carretera de las Lagunas de Ruidera y el peligro de desprendimiento que existe y se establecerá un dispositivo para garantizar la seguridad de los visitantes al parque. Durante el fin de semana habrá presencia importante de Guardia Civil para informar y para garantizar la seguridad de los visitantes.
En la visita el presidente estuvo acompañado por el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Máximo Díaz-Cano, el delegado de la Junta en Ciudad Real, José Fuentes y los alcaldes de los municipios visitados.