La Asociación Cultural Coros y Danzas El Rezuelo desgranó sobre el escenario una retahíla de joyas del folclore local

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A finales de los años noventa del pasado siglo, personas como Juan Antonio Quiñones, el “Santero”, se dedicaron a buscar, puerta por puerta, a compañeros y amigos jubilados, herederos por edad de las más ricas tradiciones del folclore local, para formar un grupo de coros y danzas que les permitiese no sólo entretenerse y recordar los viejos tiempos de romerías, bodas y festejos, sino mantener vivo ese repertorio de antiguos cantos y bailes para poder trasmitirlo a las nuevas generaciones. El grupo de pensionistas Coros y Danzas El Rezuelo debutaba el año 1998.

Veintitrés años después, la nieta de Juan Antonio, Sara, es la incorporación más joven al elenco de músicos, con dieciocho años y su bandurria al hombro. Es el extraordinario ciclo de la vida que ahora da sentido a este grupo. La formación hace tiempo que dejó de estar integrada sólo por jubilados; bajo la denominación Asociación Cultural Coros y Danzas El Rezuelo reúne a una treintena de músicos, voces y danzantes de todas las edades, con una intención clara: que la jota y la seguidilla de Membrilla, que el folklore local, no se terminen porque están contemplando con tristeza “que con el tiempo van a llegar a desaparecer”.

De manera casi simbólica, tras las actuaciones en el parque de las bandas de música locales durante este verano, El Rezuelo ha sido el grupo local encargado de abrir, el pasado septiembre, la nueva temporada de los escenarios de Membrilla, en esta ocasión en un espacio al aire libre como la Caseta Municipal y gracias al programa cultural de la Diputación Provincial de Ciudad Real y a la concejalía de Cultura.

Una actuación especialmente emotiva tras año y medio de parón cultural que el grupo dedicó a los que ya no están con nosotros y a los que han sufrido las consecuencias del coronavirus.

 

 

La Asociación Cultural Coros y Danzas El Rezuelo desgranó sobre el escenario una retahíla de joyas del patrimonio cultural de Membrilla, así como otras importantes muestras del folclore regional. Jota de la Virgen del Espino, Fandango de Membrilla, Jota de Membrilla, Rondeña de Navalcán y la elegante Seguidilla de Membrilla compusieron el repertorio de la primera parte. Tras un breve intermedio para el cuerpo de baile, en los que músicos y cantantes tomaron el protagonismo con una selección de pasodobles, se sucedió una segunda parte con Malagueña, Seguidillas de Tomelloso, Fandango de Extremadura, Jota de Ciudad Real y Jota de Bolaños.

Para la ocasión, nuevo traje y grandes intenciones: que se incorpore gente joven a los grupos, que el folclore de Membrilla siga sonando.

 

 

 

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