Homenaje de la Banda Juvenil Villa de Membrilla a Fernando Argenta

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La Banda Juvenil Villa de Membrilla quiso rendir un humilde y sentido homenaje a la figura de Fernando Argenta, recientemente fallecido, rescatando el formato de uno de sus programas didáctico-musicales más famosos: El Conciertazo. Y así, de la mano de un curioso Mozart, numerosas familias de Membrilla se sumaron en la Casa de Cultura al recuerdo y la admiración por el genio que vivió no sólo por la música, sino dedicado en transmitir la cultura musical a los más pequeños consciente de la importancia vital de adquirir esa afición desde la infancia.

Y fueron algunos de los músicos más pequeños de Membrilla, los componentes de la Banda Juvenil dirigidos por Gustavo Ramírez y los pequeños alumnos de Pablo Alhambra, los encargados de demostrar los resultados de esa formación. Porque son una banda juvenil, pero "suenan bien".

Los músicos se metieron al público en el bolsillo desde el primer momento con la divertida representación de Pedro y el lobo, de Prokofiev; cuento musical en el que cada personaje está representado por un instrumento de la banda y que pusieron en escena los niños y niñas del dicharachero grupo de Pablo.

Homenaje de la Banda Juvenil Villa de Membrilla a Fernando ArgentaEl propio Mozart explicó los entresijos históricos de la Sinfonía de los juguetes, obra atribuida a "su padre" (Leopold Mozart) que combina los instrumento propios de la banda con otros de juguete que interpretaron los niños: trompetas de juguete, "botijillo" para imitar a los pájaros... Y también de la Sinfonía de los adioses, famosa obra en la que los músicos van abandonando poco a poco el escenario hasta dejar solo al director. Fue en su tiempo, -contó-, una forma original de protestar al príncipe ideada por J. Haydn como indirecta para que diera vacaciones a los músicos.

Siguiendo con el homenaje a Argenta y a su principal máxima, -que la música clásica es divertida-, los jóvenes músicos interpretaron, con baile incluido, el Can-can de Orfeo, una de las piezas más emblemáticas de los conciertazos de Argenta que ya nos trajo a Membrilla en sus dos visitas.

Continuó la línea didáctica con la Polka pizzicato, pieza que los músicos aprovecharon para que un jovencísimo violinista (Carlos, 8 años) y una jovencísima viola (Celia, 9 años) explicaran e hicieran una demostración práctica de la técnica del pizzicato (pellizcar las cuerdas con los dedos) y la diferencia entre violín y viola.

Una nueva intervención de los niños cantando las notas de la obra didáctica El caracol mifasol, de Ferrer Ferrán, y acompañando con percusión el Preludio de la ópera Carmen demostró el gran trabajo de los pequeños de Pablo y del propio Pablo, -nada fácil-, y sirvió de entrada a una parte final del concierto más navideña. No faltaron piezas tan populares como la Marcha Radestky, que el público acompañó con palmas, y la Rapsodia Navideña, en la que los niños y el público general cantaron villancicos junto a las solistas Irene y Yolanda.

Gran progresión de la banda juvenil, apoyada siempre por sus compañeros de la banda "grande" de la Asociación Musical Maestro Emilio Cano. Músicos jóvenes, muy jóvenes, sonando siempre bien porque han decidido aprender y, sobre todo, divertirse con la música. ¿Qué mejor homenaje a Fernando Argenta?

Homenaje de la Banda Juvenil Villa de Membrilla a Fernando Argenta

 

 

 

 

 

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