La Casa de Cultura de Membrilla estrenó el año con el concierto de la Banda de Música Virgen del Espino. El dos de enero, desde las ocho de la noche, los numerosos asistentes, que casi llenaron el recinto, pudieron disfrutar de algunas de las piezas más celebradas de esta banda en los últimos conciertos y también de algunas que interpretaban por primera vez.
Entre las primeras, el pasodoble Elena Muñoz, de Francisco Grau; el vals El murciélago, de Strauss; El segundo vals, de la Jazz Suite Nº2 de Shostakóvich; o la Danza húngara Nº 5, de Brahms; que fueron el eje de la primera parte del concierto. Además de estas piezas, la Banda interpretó por primera vez la Obertura noruega, de Müller, o la Danza húngara Nº 6, de Brahms, y una de las principales novedades de este concierto: el pasodoble Espino y coraje. Se trata de un pasodoble que el joven compositor Juan Ignacio López ha dedicado a la Banda de Música Virgen del Espino, y que él mismo se encargó de dirigir en la primera interpretación que hacía la Banda, cuya esmerada ejecución estuvo acompañada de imágenes de diversas actuaciones de la Banda en Membrilla.
El director del concierto, Jesús Herrera, que había cedido la batuta al propio compositor durante la interpretación del pasodoble, explicó las razones de su título, que tan cercano lo hace a nuestro pueblo: Espino en honor a la patrona de Membrilla, que además da nombre a la Banda, y coraje por las ganas que le viene poniendo todo el grupo de músicos desde hace varios años para trabajar en levantar esta banda, de modo que hoy los vecinos de Membrilla puedan disfrutar de sus interpretaciones y sentirse orgullosos de ellas.
Después de un receso, la Banda interpretó una serie de piezas más cercanas a la música popular, y que vienen siendo tan del gusto del público en los últimos tiempos: The Beatles in concert, una selección de canciones del grupo británico, Michelle, Ticket to ride, Yesterday, Ob la di Ob la da, que, como otras veces, animó al público presente. Y después, otra de las piezas predilectas de esta Banda, y que más les agradece el público concierto tras concierto, dada su emotividad y la belleza de su interpretación por parte de estos músicos: Nino Bravo en Concierto, la selección de las piezas América, Un beso y una flor, Noelia y Libre. A continuación, y en esta misma línea de adaptaciones orquestales de éxitos de canciones populares, la Banda desplegó otra novedad en su repertorio: ABBA Gold, con la interpretación de las canciones del grupo sueco Dancing Queen, Mamma Mia, Fernando y The winner takes it all.
Con el ambiente dispuesto y un público entregado, interpretaron una selección de piezas navideñas tradicionales, muy celebradas por los asistentes. Como celebrada fue la incursión a los pies del escenario de uno de los personajes más presentes en estos días, en los medios como en las calles: Papá Noel. Su irrupción en el espectáculo, con chistosas mofas sobre su mucho trabajo en estos días, se justificó por el motivo que traía: una batuta de regalo para el director.
A renglón seguido, la Banda interpretó el famoso villancico White Christmas, con el que se completaba el programa del concierto. Pero no acabó ahí, pues regalaron al público dos piezas más, también acordes con el día, con el primer concierto del año: el cancán Orfeo en los infiernos, de Offenbach; y la Marcha Radetzky, de Strauss.
Con esto, la Banda de Música Virgen del Espino concluyó una de sus actuaciones más logradas de los últimos meses, en la misma línea de lo que vienen siendo sus últimas actuaciones, pero añadiendo en cada concierto nuevas piezas y desafíos. Si el año 2011 es para esta Banda tan prolífico y exitoso como el 2010, de cuyas numerosas y variadas actuaciones hicieron un adecuado repaso como introducción al concierto, no hay por qué desear más suerte a sus componentes: simplemente que continúen por el camino firme que ya pisan.