Con un lleno absoluto dio comienzo el tradicional festival de saetas, que todos los años, a las puertas de la Semana Santa, organiza la Peña flamenca "Julián Estrada" para gozo y deleite de los aficionados al flamenco. Tres maestros, pusieron sobre el escenario lo mejor de cada uno al interpretar en una primera fase saetas y en la segunda parte distintos estilo del cante grande: Manuel Cuevas, Inma de la Vega y Pedro Cintas.
Los tres realizaron dos rondas de saetas cantadas por varios estilos, con la solemnidad que dicho cante requiere. Destacó la actuación de Manuel Cuevas en su segunda saeta en la que, aun sin terminarla, arrancó los aplausos del público; la seriedad que le impuso Inma de la Vega y las ganas que le puso Pedro Cintas aunque él mismo reconoció ante el público, con honestidad y honradez, que la saeta no es un cante del cual sea muy conocedor. Este gesto que lo engrandece, hizo arrancar un caluroso y cariñoso aplauso del público que estuvo a la altura de los cantaores.
Las interpretaciones de las saetas fueron magistrales, colaborando el silencio respetuoso y total que tuvo el público; sin olvidar otra parte importante como fue la megafonía, con ese toque de eco, lo que hacía que el jipío sonara a lamento desgarrador y sacro, propio de esas calles mudas, laceradas por el paso de la imagen, sólo rasgadas por la voz del cantaor o cantaora.
Los tres intérpretes estuvieron extraordinarios y, sin rebajar la categoría de los tres, Manuel Cuevas puso de manifiesto las facultades, el duende y el arte que le acompaña.
Maestros del flamenco
En primer lugar actuó Pedro Cintas que arrancó con cante por alegrías y cantiñas, demostrando que es un cantaor que lleva bien los cantes de compás. Para cerrar su actuación interpretó una siguiriya bien templada.
En segundo lugar actuó Inma de la Vega, la cual volvió a reiterar que Membrilla es su segundo pueblo ya que, al margen de los lazos personales que la unen a Membrilla, ha actuado en nuestro pueblo en numerosas ocasiones.
Inma de la Vega se arrancó por tangos, que canta con un estilo muy personal, y terminó por siguiriyas. Aquí se pudo apreciar la perfecta sincronía del guitarrista con la cantaora.
Cerró el cartel Manuel Cuevas que salió cantando por granaína y media granaína; una granaína en la que sus facultades le permitían alargar los tercios y hasta empalmarlos sin respirar, lo que hacía tener al público con el alma en un hilo esperando el desenlace final. Una vez más arrancó los aplausos del público antes de terminar el cante debido a la gran fuerza y limpieza de su voz. Terminó con un popurrí por varios estilos que enlazó con tangos, para luego cambiar a colombianas y volver a tangos flamencos.
Se cerró la velada con una ronda de fandangos de distintos estilos, pudieron escucharse de Manuel Vallejos o Juanito Maravillas, y como broche de oro una ronda de bulerías en las que los tres pudieron demostrar sus facultades fuera de micrófono. Muy bien los tres cantaores, que dieron lo mejor y se notó que estuvieron a gusto.
Todos ellos estuvieron acompañados al toque por el guitarrista local José Tomás Jiménez, que una vez más demostró que está llamado a ser uno de los grandes en el mundo de la guitarra, realizando un acompañamiento digno de los mejores maestros, con algunas falsetas en el toque por tangos y siguiriyas que fueron elogiadas por el público.
Una vez más destaca la actuación del público, que como siempre dio muestras de ser sabedor de lo que va a ver y a escuchar, teniendo mucho respeto hacia los cantaores y a todo lo que acontecía en el escenario, guardando un silencio fuera de lo normal.
Bien por la organización que ha realizado la Peña Flamenca, la iluminación y megafonías.