"Cuando nació Jesús, en Belén de Judea, bajo el reinado de Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén y preguntaron: «¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos su estrella en Oriente y hemos venido a adorarlo».
Al enterarse, el rey Herodes quedó desconcertado y con él toda Jerusalén.
Entonces reunió a todos los sumos sacerdotes y a los escribas del pueblo, para preguntarles en qué lugar debía nacer el Mesías.
«En Belén de Judea, –le respondieron–, porque así está escrito por el Profeta:
"Y tú, Belén, tierra de Judá, ciertamente no eres la menor entre las principales ciudades de Judá, porque de ti surgirá un jefe que será el Pastor de mi pueblo, Israel"».
Herodes mandó llamar secretamente a los magos y después de averiguar con precisión la fecha en que había aparecido la estrella, los envió a Belén, diciéndoles: «Vayan e infórmense cuidadosamente acerca del niño, y cuando lo hayan encontrado, avísenme para que yo también vaya a rendirle homenaje».
Después de oír al rey, ellos partieron. La estrella que habían visto en Oriente los precedía, hasta que se detuvo en el lugar donde estaba el niño.
Cuando vieron la estrella se llenaron de alegría, y al entrar en la casa, encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, le rindieron homenaje. Luego, abriendo sus cofres, le ofrecieron dones, oro, incienso y mirra.” (Mateo 2, 1-11)
Entre las historias que nos deja la Navidad, una de las más significativas es la de la Estrella de Belén, el astro que sirvió de guía a los Magos de Oriente para encontrar el pesebre donde había nacido Jesús.
Desde entonces, la estrella de Belén forma parte del imaginario colectivo unida a la tradición cristiana de la Navidad. La vemos en nuestras calles, coronando los árboles navideños, presidiendo nuestros Nacimientos sobre el portal, encabezando nuestras cabalgatas de Reyes…
El devenir astronómico ha querido que en este año tan “negro” y funesto, la Estrella de Belén vuelva a cruzarse en nuestro camino para iluminar esta Navidad tan “diferente” en las formas, tan emotiva en los sentimientos y en las distancias.
Y precisamente este 21 de diciembre, solsticio del invierno, podremos ver de nuevo algo muy parecido a lo que Mateo nos relataba en su historia.
Ya hace unos años, el profesor de astrofísica teórica y cosmología Grant Mathews, de la Universidad de Notre Dame (Indiana, Estados Unidos), concluía en sus estudios que la Estrella de Belén no pudo tratarse de una estrella como tal, sino de una "alineación planetaria extremadamente rara que ocurrió en el siglo 6 a.C." y que pudo ser lo que unos sacerdotes de la antigua Mesopotamia habían seguido hasta Belén.
Esa conjunción planetaria vuelve a repetirse ahora, según nos informa la Federación de Asociaciones Astronómicas de España: “Durante los últimos meses de 2020 Júpiter y Saturno han dominado el cielo nocturno siendo un referente visual inconfundible. Ahora, según acaba el año y a medida que sus posiciones se acercan al ocaso, terminarán por ofrecer un espectáculo final: la Gran Conjunción, un "Encuentro de Gigantes". Su máximo acercamiento aparente, en la línea de proyección visual desde la Tierra, se producirá el día 21 de diciembre a las 18:27 h (UTC), momento en el que la separación angular de estos gigantes gaseosos será de tan sólo 6.11 minutos de arco. La imagen que tendremos en el cielo será la que contempla la simulación de la figura adjunta:
Una conjunción de Júpiter y Saturno no es algo excepcional, pero sí inusual. Puede darse 4 o 5 veces cada 100 años. En esta ocasión es realmente especial porque su alineación es muy cercana. No se producirá otra conjunción similar hasta el año 2080. La anterior de estas características tuvo lugar el 16 de julio de 1623.”
El Real Obsevatorio de Madrid aconseja: “Si las nubes lo permiten, podéis localizar a Júpiter y Saturno unos 45 o 60 minutos después de la puesta de Sol hacia el suroeste, sobre el punto donde se ha puesto el Sol. A simple vista, puede que veamos ambos planetas como si fueran uno solo, aunque prestando atención y si la atmósfera nos lo permite, deberíamos poder distinguirlos. Además, con un pequeño telescopio o unos buenos prismáticos, es posible ver Saturno con sus anillos y Júpiter con sus lunas en el mismo campo de visión".
Pero no sólo el día 21 de diciembre puede resultar de interés: También serán interesantes las observaciones de días previos e inmediatamente posteriores, en los que ambos planetas conjugarán su aproximación hasta llegar al máximo.
El lunes 21 de diciembre, a partir de las 18.30 h., el canal de Youtube de la Federación de Asociaciones Astronómicas de España emitirá el fenómeno con conexiones simultáneas a diferentes observatorios españoles. Muchos de ellos también lo harán a través de sus páginas web.
Y en Castilla-La Mancha, por ejemplo, desde el Observatorio del Museo de las Ciencias de CLM && AstroCuenca (Cuenca)
Observación y transmisión en directo. Días previos y el 21D.
Telescopio 16" + CCD: QHY90A y QH5-III. Canal YouTube AstroCuenca - Canal YouTube MCCM.