· Hacerle pasar un mal rato a una persona tirándola al suelo y bajándole los pantalones, dejándola casi en cueros, a la vez que se le hacen cosquillas, entre varios. Es una costumbre desagradable para quien la sufre, y graciosa para quienes la hacen. Generalmente se les hacen los galgos a muchachos, que rabian y se defienden mientras los despojan de sus pantalones, mientras todos los demás ríen a su costa.