Dos cosas fundamentales tienen que agradecer los agricultores de Membrilla a los árabes: la provisión de norias con arcabuces para regar las huertas, entre otras ingenierías agrarias, y la introducción en nuestros cultivos del melón. Datado al menos desde el siglo XI en nuestras tierras, el melón, junto con el vino y el azafrán, se va a convertir en el producto agrícola más característico y famoso de nuestro pueblo.
Era habitual que fuesen los moriscos establecidos en las poblaciones los que se dedicasen a las labores de la huerta, por lo que en Membrilla el cultivo del melón lo realizarían estas numerosas familias, que tanto contribuyeron a nuestro desarrollo económico, hasta su expulsión en el S. XVI. (De ahí el tradicional refrán castellano: El hortelano, ni rico, ni sano, ni buen cristiano.)
El clima de nuestra población, cálido, con poca humedad y cambios extremos de temperatura, es óptimo para el cultivo de este melón. Sin embargo, el espectacular aumento del número de hectáreas de melón cultivadas por nuestros agricultores llevó pronto a rebasar los límites del término municipal, extendiéndose el cultivo a los términos de Manzanares, Daimiel, Bolaños, Alcázar, La Solana, Valdepeñas... La importancia socio-económica del cultivo de este producto en el pueblo es considerable.
El melón piel de sapo que se cultiva en Membrilla se caracteriza por su corteza fina, de color verde, con manchas oscuras que le dan nombre. Es un fruto compacto cuyo peso oscila entre 1,8 y 4 kilogramos. Su pulpa es blanca, crujiente y muy dulce, de escasa fibrosidad. La producción y la calidad son bastante uniformes. Su ciclo de producción es de unos cien días, su conservación varía de dos a tres meses y su resistencia al transporte es alta.
El melón de Membrilla está acogido a la Indicación Geográfica Protegida Melón de La Mancha desde finales del 2005. Esta IGP nació en 2004 para fomentar el consumo y promocionar el melón piel de sapo manchego. El melón acogido a la IGP, producido y comercializado en la comarca Mancha de Ciudad Real, se diferencia por su etiqueta numerada e ilustrada con la imagen de un melón dividido en cuatro partes, cada una de ellas con una gama de verde diferente. Dentro del melón aparece una ilustración del Quijote. Entre los requisitos que debe reunir el fruto para acogerse a la IGP destacan unas normas de abonado y estercolado específicas, la obligatoriedad de recolectarlo para llevarlo al almacén antes de las horas de calor y no transportar la fruta a demasiada altura.
Propiedades nutricionales del melón piel de sapo cultivado en Membrilla/La Mancha
El melón verde piel de sapo manchego es un referente nutricional, que además de poseer un alto contenido en agua y azúcares, aporta al organismo cantidades apreciables de diversas vitaminas y minerales. De entre los últimos se han encontrado presentes proporciones superiores a la Cantidad Diaria Recomendada (CDR) -elemento que determina los nutrientes que una persona sana debe ingerir por término medio cada día- en fósforo, potasio y sodio.
El alto contenido en agua del melón verde piel de sapo estimula la función y eficiencia renal, facilitando la eliminación de sustancias de desecho y toxinas, y lo convierten también en una fruta indicada para paliar estados de deshidratación acompañados de pérdidas minerales.
El muy buen nivel medio de potasio –255 mg./100 gr.- contribuye a mantener un contenido equilibrado de agua en el organismo. A este mineral se le conoce por su capacidad para mantener la mente clara, especialmente en los ancianos. El potasio es esencial en la dieta e importante en el cuerpo humano, por su intervención en las funciones metabólicas. Su carencia provoca debilidad muscular y problemas de corazón.
El melón verde piel de sapo aporta también cantidades nada desdeñables en sodio y fósforo, así como hierro y calcio en menor proporción. Comparativamente a otras frutas consumidas durante la misma temporada, aporta más sodio y potasio que la naranja, la sandía y el melocotón.
El estudio desarrollado indica que el melón verde piel de sapo es una fuente de vitaminas hidrosolubles B3 y B5 que en otras frutas se pasan al agua de lavado o de cocción, aspecto que en el melón no ocurre, ya que la pulpa -la parte comestible- ni se lava ni cuece.
La vitamina B3 es necesaria para muchos aspectos de la salud, entre otros, el crecimiento y la reproducción, interviniendo también en el funcionamiento del sistema digestivo, piel y nervios. Por su parte, la vitamina B5, presente en el melón verde piel de sapo, es esencial para el metabolismo de los alimentos, provocando su carencia apatía, alergias y bajo rendimiento energético.
El estudio ha revelado que el melón verde piel de sapo contiene la mayoría de los aminoácidos esenciales que son incorporados al organismo mediante la dieta alimenticia y que su presencia y cantidad, en comparación a los aminoácidos de la leche, es importante en ácido aspártico, regulador hepático; la serina, responsable del crecimiento muscular; ácido glutámico, que interviene en el sistema nervioso central y es un aminoácido estimulador del sistema inmunológico; además de la glicina, la alanita, la prolina y la valina.
En definitiva, el melón verde piel de sapo posee muy buenas cualidades nutritivas, esenciales para la salud en todas las etapas de la vida, además de ser una de las mejores frutas del verano, jugosa y refrescante, ideal para paliar la sed, hidratarse y nutrirse.
(Departamento de Biotecnología del Centro Tecnológico y Alimentario AINIA de Valencia para la IGP Melón Mancha)